¡Qué alegria tener, por fin, noticias tuyas!

Bueno, ha costado, pero por fin hemos tenido noticias tuyas. ¡Cuánto echabámos de menos saber algo de tus andanzas!

Ya vemos que han llegado las cajas del invernadero y que a tí, como a todos, a partir del 1 de septiembre se nos ha acabado la buena vida. Mañana Rafa y yo empezamos a trabajar y Beatriz se va a Barcelona para hacer sus tres exámenes. Así que esta semana no quedamos solos con Uro.
En la última semana de verano hemos aprovechado para comprar el bonito que Rafa hace en escabeche, y ya tenemos un montón de botes en fase de maduración. Rafa también ha corrido una carrera entre el Boalo, Cerceda y Matalpino y ha quedado el tercero de su categoría. He intentado poner un pantallazo con las clasificaciones pero todavia no las han publicado en Internet. Menos mal que solo eran 300 corredores, si llegan a ser los 15.000 de la San Silvestre no serían capaces de publicar las clasificaciones de una carrera hasta despues de que se celebrara la del año siguiente.


La carrera tenía 14 kilometros por unas trialeras cuesta arriba en las que se acababa echando el bofe. Antonio Sanz también corrió la carrera y Luis y Martín, que están apuntados como Rafa a la maratón de NY y se toman muy a pecho el tema de la preparación. (Menos mal que yo me he rajado de esa carrera y me he quitado la obligación de tener que correr como una descosida todo el verano para llegar bien preparada a una carrera tan exigente como esa. Por una vez he estado absolutamente inspirada!!!!).

Ayer sábado cerramos la casa de Collado y nos vinimos a Madrid. Para hacernos más llevadera la vuelta nos fuimos a cenar al chino de Santa María de la Cabeza con Mª Antonia y Juan, y Marta y Miguel. Es un restaurante con una comida magnifica. Tenemos que ir a que lo conozcas cuando vuelvas.

Prometo contarte mañana una anécdota que nos pasó en el restaurante, y que no puedo contarte hoy porque no tengo en casa el cable para descargar las fotos del móvil.

Dinos cuando es mas facil pillarte conectada a Skype para que te llamemos. Un beso fuerte y mucho ánimo