viernes, 1 de agosto de 2008







Hoy es viernes y ayer no pude escribir dejando a mi querida Maria Antonia sin nada que leer con el café porque no nos funcionaba Internet y la luz se nos fue por la noche. Aunque os parezca normal porque estoy en África lo de quedarnos sin luz es extraño. Hoy por ejemplo, nos ha llamado el compañero de José Luis que va a venir en un par de semanas y su hermana que estaba con él me ha preguntado “¿Irene y que echas de menos?” y mi respuesta ha sido: “Nada”. Esta claro que a mi familia, mis amigos y por supuesto a Umberto pero referente a costumbres, comida o limpieza, nada. Vivimos como reyes, ni siquiera he limpiado un plato para que os hagáis a la idea. Tenemos gente que cocina para nosotros, limpian y los lunes nos lavan la ropa. José Luis ayuda a tanta gente que de una forma u otra todo el mundo está continuamente agradeciéndoselo. Tendrías que escuchar cuando vamos con el Toyota atravesando las aldeas como gritan los niños “Grampa” continuamente. Ayer por la tarde estuvimos jugando con los niños a la comba y con los más pequeños con las burbujas de jabón. La hija de Desirei (la cocinera) se llama Bali y es como una muñequita y yo la llamo así y cuando chillo a lo lejos “Muñequita” sabe que es ella y viene hacia a mi. Los niños son adorables, siempre sonriendo menos uno, uno que he conocido hoy pero que se que en unos meses empezará a sonreir. Es el niño que José Luis ha conseguido llevar a España para que le operen. Cuando era un bebé se quemó los pies en el incendio de su casa. Anda sobre los talones y os prometo que es el primer niño triste que veo. El segundo gran objetivo que ha logrado también José Luis ha sido mandar a estudiar a una chica cinco años al CEU de Madrid con todos los gastos pagados. Ya la conoceréis porque es una niña adorable, se llama Elizabeth y es una esponja aprendiendo. Tiene más merito que ninguna, es hija de una familia humilde cuya madre no habla ni gota de inglés y su padre ciego hoy en día, gracias a una oportunidad que le dieron hace unos años, es el director del colegio de secundaria. Jamás la verás sin su sonrisa en la cara. Sólo os digo que está ahora con Malaría y no deja de reirse y contagiarnos su alegría. Cuando volvamos quiero invitarla a casa y el que quiera que venga porque es una chica abierta con ganas de conocer nuestras costumbres pero sobretodo cariñosa y no quiero que allí se sienta sola. Bea a ti te va a encantar. Además Bea tengo otra cosa que te va a gustar, es otro miembro de la familia del que todavía no te había hablado. Se llama Mandi (Agua en limba) y José Luis la crió con el biberón desde pequeñita. Es como un perro, cuando José Luis se acerca a la verja y la llama viene como Uro. Luego tiene otro, otra raza distinta pero es más timido, se llama Nthanka (Trueno) ya te lo enseñaré.

Os voy a contar cositas de aquí. El idioma oficial es el Inglés aunque no todo el mundo lo habla. Luego hay muchos idiomas pero los más importantes son: el Limba y el Criol. El Criol es una mezcla de inglés, francés y un poco de lenguas nativas que cuando lo escuchas algo entiendes pero el Limba es como el Euskera no entiendes ni tu nombre. Pero le he dicho a José Luis que lo explique mejor. Lo más curioso es que en este país no hay red eléctrica, que la mayoría comen una vez al día, eso si, todos absolutamente todos, tienen móvil y no de adorno, sino que se pasan el día hablando. Lo más gracioso es que como no tienen electricidad no pueden cargarlos por lo que lo traen a la misión y la casa de los voluntarios están continuamente con móviles cargando y no traen sólo el suyo, sino también el de la hermana y la prima.

Hoy me ha llamado Medo para que fuese a ver el terreno del invernadero que ayer les dije que quitasen las piedras que había. Yo le preguntaba a Medo, ¿crees que podrán? Y me decía: sí, no te preocupes. Yo sin preocuparme me preguntaba como iban a quitar esas piedras y es que cogen una maza y un pico y la destrozan a manos del negro más fuerte. O mando las fotos de la evolución de mi terreno.
Me despido por el momento porque ha venido a cenar un compañero de José Luis de la parroquia de Kamalu (la otra parroquia de los Agustinos Recoletos dentro de la Misión de Sierra Leona). Se llama Edgar y mañana os contaré como es.
Un beso a todos.
Irene
PD: he vuelto de la cena porque no he podido mandar el mensaje antes y sólo os digo que estamos con el Karaoke y es que los filipinos adoran tres cosas: fumar, beber y cantar. No tenemos desperdicio.

1 comentario:

Angela dijo...

Me ha encantado leer vuestro blog. Seguire leyendo. Muchos besos Irene. Te seguiremos con frecuencia. Besos de Luis, Luis y Lola.