domingo, 12 de octubre de 2008

La Mami de Ernest Bai Koroma, Rosaline Alice Koroma




el mantel solidario

Ya no queda nada, Grandpita cuenta los segundos que nos faltan para irnos y yo los que todavía no han pasado. No me quiero ir la verdad, nos echo de menos pero no me quiero ir. Hoy estaba en misa y me imaginaba en los Jesuitas con mi querido Padre Alarcón y hasta eso lo voy a echar de menos. Aquí me siento útil, pienso, trabajo hasta deslomarme y cada día me meto en la cama con una sonrisa mayor. Ahora me centraré en acabar la carrera y buscar la forma de ayudar a esta gente mientras no pueda venir, porque si algo tengo claro es que vuelvo. Quien sabe si será una visita o para quedarme otra temporada. Como despedida estoy montando una fiesta. Acabo de pedirle permiso a mi Prior que como es más bueno que el pan me lo ha dado sin preguntar ni de cuanta gente estamos hablando. Seremos unos 50 al final entre unos y otros. Voy a comprar arroz y repartiré las camisetas que hice con el logo de OKP. Si me da tiempo, que voy a tratar de empezar esta noche, voy a montar una presentación con las fotos del invernadero y alguna más que se me ocurra.


Mi Xurri que está hecho un chaval, ha superado la malaria sin rechistar. Dice que esta vez “el cabrón del mosquito” se ha portado mejor (para los que le conocéis más, sabéis que son palabras textuales) y apenas ha tenido unas décimas. Lo único molesto ha sido la desgana y el cansancio que tenía y que si comía sin conocimiento lo vomitaba todo. Pero una simple malaria no le impidió reunirse con la madre del Presidente. Una mamy de buen comer, con cara simpaticona, con la que charlo y rió hablando de la corrupción de este país. Ella es de Kamabai y está muy interesada en el desarrollo de la zona. Creo que cada minuto que avanzaba la conversación cogía su listín de teléfonos rojo y marcaba un número y le pasaba a los distintos Ministros. Le he pedido a José Luis que me mande la foto para enseñárosla.

Ahora os preguntareis a qué me dedico, pues estoy montando un mini invernadero con las piezas que sobraron. Como no tengo todas voy haciendo adaptaciones que no tengo muy claro que el programa que aprobó la estructura real, apruebe mi mini estructura. Pero estamos en África y cosas peores se han visto. Van a ser 150 m2 y serán para mis Agustinos Recoletos. José Luis ya está pensando que semillas de borrajas se va a traer y de acelgas para hacer patatas con acelgas. Lo acabaremos pronto aunque tardamos porque hay que improvisar muchísimo.

Ya se que a algunos de vosotros mi madre ya os habrá contando el último negocio que llevamos entre manos. Se le ocurrió a mi madre que la madre de Yamazhita hiciese unos manteles típicos de aquí para luego venderlos y darle el dinero a Yamazhita para que pueda salir del paso los primeros meses. Los manteles son preciosos y estamos haciendo distintos tamaños y colores para que podáis elegir. Si alguno/a tiene interés en algún tamaño concreto sólo tenéis que decirlo y añadir el número de servilletas que queráis y se os hará. La campaña “mantel-solidario”. Cuando esté allí haré la campaña “movil” así que todos los móviles que tengáis que no utilicéis apartarlos para mi que ya me encargaré de liberarlos y traerlos porque ese es el mejor regalo que les puedo hacer.

Os dejo que me pongo con mi presentación
Un beso enorme
Irene

miércoles, 8 de octubre de 2008

Cada sobremesa se vuelve más graciosa. Hoy José Luis nos ha estado hablando de la Clementina. No os penséis que era una novia, era su lora de Ciudad de los niños. Nos ha estado contando que la crió dándole de comer arroz masticado por el y después de haberla escondido debajo del brazo durante una travesía en barco de 3 horas. Era una cacatúa parlanchina y nos ha contado lo que aprendió. Nos ha empezado a contar que “la Clemen”, así la llamaba, cogía una lata vieja que era su comedero y empezaba a moverlo por los barrotes para hacer ruido gritando “cafée” y que si no la hacian caso empezaba a chillar a la vez que hacia el ruido “cafeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee hijos de la gran puuuuuuuuuuuuuuta” y es que parece ser que en Costa Rica era muy normal lo decir hijo de puta. Con la voz de José Luis suena mucho más gracioso. Nos ha seguido contando historias de la Clemen y es que había un pastor alemán (el perro de José Luis) que la odiaba a muerte pero es que la desgraciada de la lora se lo ganaba a pulso. Imitaba la voz de José Luis llamando a Caiser “ Caiser (silvido) caiser” y el perro se volvía loco. Luego nos ha hablado de la lora de su compañero Caperuzo que se escapó y cuando volvió lo único que se acordaba era el “gloria, gloria, aleluya” que lo contaba a voz en grito con la voz de Caperuzo y fue lo único que Caperuzo no le enseño. Para que veais que hasta con los enfermitos nos reímos.

Mañana os contaré mas que me voy a acostar que mañana tengo que trabajar boku (mucho en criol)

Un beso enorme
Irene
foto 1: los pikines

foto 2: El valiente de Medito donando sangre

foto 3 : las medusas que encontramos en la orilla de la playa. Abuela Pepo del mismo tamaño que las de Santa Pola

foto 4: lo que de verdad enfermo a José Luis. que narices del mosquito, esto es lo que le está matando, haber bebido de un vaso del Madrid

foto 5: Joaquin tocando suelo africano con los 5kilos de hilo bajo el brazo. es lo único que le quedaba de la maleta porque le hicieron reducir el peso.

foto 6: mi invernadero





































Los Agustinos Recoletos de izquierda a derecha: Edgar, José Luis, Jamer, Raul (ya no está), Joseph y Manuel


tenemos invernaderooooo!!!!!!!

Familia, amigos, tenemos invernadero!!!! Lo tenemos desde el sabado pero no he tenido ni un minuto para contaroslo. El sabado después de rematar los últimos flecos me fui corriendo porque nos ibamos a Freetown. De camino paramos en Makeni porque teníamos que dejar arroz a la mamy del niño que tenemos en el hospital (el niño de la donación de sangre). Entré yo corriendo para no perder un minuto pero cuando llegó a la habitación me dice que el niño necesita más sangre. Como ibamos con Medo y un lider religioso entré en el coche y les dije que quien de los dos iba a donar la sangre. Como han aprendido a decir aquí todos “los dos, calladitossssssss” y entonces me monté en el coche y le digo a José Luis que nos vamos que ni el dona ni yo (todo como un paripe) pero seguían los dos “calladitossssssss”. Llegamos a la gasolinera de Makeni y el cabreo nos salía a José Luis y a mi por lo poros. Entonces me dice José Luis que dona él y punto y le dije que esperase que iba a hablar con Medo. Lo que le pasaba a Medo es que estaba “acojonadito” y según él es que no tenía nada en el estómago. Pero le dije que eso lo solucionaba rápido, compré unas barras de pan y unas cocacolas y con el chorizo de mi padre que había metido en la bolsa le monté un bocadillo. Llegamos al hospital y el pobre Medito no era capaz de caminar. Le pinchan para ver si era compatible o no y para la desgracia de mi negrito, lo eran. Así que se agarra al enfermero con esos brazos largos y esas manos enormes que tiene y le empiezan a sacar sangre. Acabamos rapidísimo porque la aguja tenía un grosor considerable y nuestro negrito ni se mareó, es que el chorizo de casa hace maravillas. Se le pasó el “acojone” y se pasó todo el viaje llamando a los trabajadores para decirles que no pasa nada y hasta llamó a Foday (el que donó la sangre al principio) para que fuese a ver al niño al día siguiente. No se que pasará al final con el niño pero que para el próximo tenemos donante no me cabe duda.

Joaquín llegaba en la madrugada del lunes y después de la última experiencia con Miguel, le dijimos que cruzase con el helicóptero. Consiste en coger el único helicóptero que hay que te cruza de Lungui a Freetown. El domingo aprovechamos para recoger las pulseras solidarias que todos me vais a comprar. Anda que son solo 3€ y son preciosas. Nos bañamos en la playita y nos fuimos pronto a dormir porque a las 4:30 nos levantábamos para recoger a Joaquin. Allí estuvimos los tres: Medo, Grandpita y yo esperando tres horas y media dormitando en el coche. Y es que la simpatía de Air Morocco le ha hecho llegar a África como buen africano, simplemente con lo puesto. Le han perdido la maleta y para más complicación no es que esté en Casablanca, la han mandado a Gabón. Tuvimos que buscarlo hasta en el mapa porque ni uno lo situaba. Si todos un poquito más abajo y a la derecha, otros a la izquierda pero vamos ninguno nos la jugamos.

El lunes pasamos el día de compras, no de ropita mona sino de las cosas necesarias y para más cuento seguimos sin gas y no hay orden de que vaya a llegar. Después de comer en Roy’s, Joaquin y yo nos bañamos en la playita, Joaquín continua con la moda de ropita interior y yo está vez me lleve el bikini. Recogimos las últimas pulseras que nos faltaban y nos volvimos a casa. Llegamos a las 10 de la noche y aquí estaba toda la comunidad esperando en la puerta. Cenamos algo rápido y nos fuimos a la cama.

Ayer martes, le enseñamos a Joaquin el invernadero y el sitio. La primera toma de contacto. Subí a pedirle un boli a mi xurri y cuando entro en el cuarto me dice que se encuentra mal. Había vomitado por la mañana pero lo habíamos justificado con unas gambas malas que nos habíamos comido en Roy’s, pero ya los escalofrios y el dolor de cabeza no tienen explicación. Como dice él la malaria es su regla porque le viene cada tres meses y no falla la condenada. Yo en broma le digo que ya no sabía que inventarse para no venir a montar en bici. Es que le dije: “de mañana no pasa y empezamos un régimen para que pierdas unos kilitos”. Los kilitos los perderá pero creo que de la bici nos olvidamos.

Y ayer en la cena tuvimos una sobremesa de lo más divertida. Vino Joseph a cenar y como José Luis estaba con malaria empezamos a hablar de la enfermedad. Nos dimos cuenta que cada uno tiene su método y no tengo tan claro que sean aprobados por los médicos que lean el blog:

- Método Joseph: “Plan Bush” bombardeo total y luego preguntas quien es el enemigo. En cuanto tiene un mínimo síntoma empieza con las pastillas antipalúdicas que si no son suficientemente dañinas para el higado las mezcla con un coctel de neurofren cada tres horas. “bombardeo, bombardeo, bombardeo y muerte asegurada”

- Método Manuel: “plan Lazaro y resucito a los 3 días”. Contado por Joseph tiene mucha más gracia. La última malaria estaba Joseph con él y creo que Manuel empezó, me va a entrar malaria así que antes de vomitar me voy a comer lo que me apetece y empezó a desayunar como Dios manda para vomitar sustancia. Y mientras comía Joseph le miraba alucinando. Manuel es una persona perfeccionista y cuadriculada y creo que hasta enfermo empezó voy a acabar de desayunar, luego firmaré los papeles que necesitas, apagaré el ordenador y me meteré en la cama. Y es que cuando Manuel tiene malaria se encierra en su cuarto y no sale hasta que han pasado tres días. Nos confesó que era porque las pastillas le marea, José Luis le miró extrañado porque las pastillas no marean pero es que Manuel en vez de tomarse una por la mañana y otra por la noche se las toma cada 4 horas. Nos reíamos porque nos decía que se pone la alarma para tomarse la pastilla porque está tan mareado que no se puede ni mover. Pero a los tres días resucita.

- Método del peregrino- abogado como le llama José Luis a Coco: “ plan monjitas del Gluni” tomarse una pastilla de no se sabe que, cada día en plan prevención. En este caso no tenemos claro que es mejor si el remedio o la enfermedad. Ahora está con fiebre y dolor de garganta, no sabemos si es malaria o un constipado así que ya se verá

- Método de José Luis, denominado por Joseph “plan martir”. Que consiste en cumplir las normas, tomarse las pastillas dos veces al día y no hasta que no estes seguro que es el “cabrón del mosquito”. Joseph nos explicaba que el de Grandpa era pagar por cada pecado en cada vomitona


Os voy a dejar que voy a subir a ver como está jose luis que le oigo vomitar desde aquí. Un besito muy fuerte
Esta noche os cuelgo fotos

viernes, 3 de octubre de 2008
















Foto 1: los pikines mientras hablaba con mis padres










foto 2: cocinando como africana. se ha acabado el gas y no sólo aquí sino tambien en Freetown. nos va a tocar vivir como africanos.



foto 3: el interior del invernadero


foto 4: dicen que es un cien pies, yo diría un mil pies


foto 5 y 6: los niños yendo al cole cada mañana, llegan a caminar hasta 10 km todos los días para ir al colegio


Espero que un parto no sea tan largo como mi invernadero. Desde que veo la cabecita pero no llega ese último empujón. Ya no me queda nada, pero queda la foto final. Son detalles pero que no han dado tiempo. Mañana sin falta, o sino le pongo el cuentagotas a chorro como a mi madre con Beatriz.

Mientras espero la llamada de mis padres los pikines han decidido acompañarme. Han venido y se han empezado a subir a la pierna y cuando han descubierto el brazo, madre mía, el parque de atracciones y con terminación en perla brillante que es lo que más les ha gustado. Aquí estan los dos, picoteando los pendientes y cambiando de brazo a brazo con paso por la cabeza. Vamos una juerga de viernes noche.

Os enseño fotitos. Besos a todos




























salmahfooooooooo

Ayer cuando acabe de cenar trate de contaros mis últimos días pero la lluvia que estaba cayendo nos impidió ver el satélite y por supuesto conectarnos a Internet. Como os dice el miércoles era la gran fiesta musulmana llamada Salmahfo. Es como la navidad de los cristianos. Mis trabajadores llevaban días diciéndome que estaba invitada a lo que rápidamente pregunte “¿invitada a la forma de África o a la forma de mi país?” Se rieron y por supuesto me contestaron a la forma de África. Consiste que estas invitado para llevar las cosas para la fiesta.

El miércoles Grandita y yo nos fuimos a llevarle carne al Chief musulmán (el jefe), a los trabajadores y a Medo. Cuando íbamos hacía allí todo el mundo volvía de rezar vestidos con sus mejores trajes musulmanes. A diferencia de Iran, el negro no es el color de moda y todas aunque negras, llevaban colores muy alegres. Manuel, Coco, Raul, y Jamer se fueron a Budbah a celebrar la misa porque les habían mandado una invitación y José Luis y yo nos quedamos solos. En vista del abandono y del día festivo decidimos hurgar en nuestras propias despensas (cada uno guarda sus bienes) y sin planearlo montamos una comida propia de celebración. Yo saqué el jamón serrano que mi padre que me mandó con Miguel y José Luis las alcachofas que su hermana Isa embota de año en año. Nos hicimos dos huevos fritos y allí estábamos mi Xurri, yo y los dos pikines que les llevé para que nos hiciesen compañía. Vaya comida nos metimos entre pecho y espalda. No os imagináis lo buenas que estaban las alcachofas y por supuesto el jamón con huevos fritos. Cuando acabé de comer me fui a poner mi traje africano y como ya había llevado regalo decidí apuntarme a la fiesta en la casa de Medo (Marlingo’s Village, porque viven todos los trabajadores). Pasé un día fantástico con todos lo trabajadores, vimos un partido de fútbol desde lo alto de una roca (el concepto de palco presidencial) y después de la cena nos fuimos a la fiesta que había en el pueblo. Era como Noche Vieja, la noche más esperada para bailar, y ligar unos con otros. Todas las chicas que vienen a visitarnos a diario se habían puesto sus ropitas más arregladas y algunas iban con tacones de la solidaridad española. El sitio era un colegio al que le habían quitado los bancos y habían puesto un equipo de música y una bombilla para darle algo de iluminación al sitio. Es que no os podéis imaginar lo que es un país sin red eléctrica, eso significa que por la noche la máxima luz que ves es los flashes de las luciérnagas y alguna vela que lleve alguien privilegiado. La fiesta fue fantástica, verles a todos emocionados, bailando como locos música africana. Baile y me reí como hacía mucho que no hacía aunque me fui pronto a la cama porque al día siguiente había que trabajar.

Y ayer cuando llegó al invernadero, después de levantarse un día soleado muy apropiado para la construcción, no había ningún trabajador excepto Medo y algún otro que no eran mis trabajadores. Empezamos a trabajar suponiendo que irían llegando pero cuando a las 10:45 no había llegado ningún trabajador le dije a Medo que nos íbamos a despertarles con la campana a la casa. Allí íbamos los dos, encendidos y cabreados porque era como una broma pesada. Medo empezó a gritarles en Criol a los primeros que nos encontramos durmiendo y cuando llegué a la casa allí estaban todos comiendo, sentados en el porche como un día de domingo. Empecé a chillar en inglés y mi última frase fue que si en cinco minutos no estaban en la misión que mañana no viniesen. Se que muchas veces no me entienden y ayer no creo que me entendiesen la mayoría, pero mi cara de cabreo y los cincos minutos lo entendieron de maravilla. Llegaron a la misión y empezamos a acabar las cosas. Pero se desató una tormenta de las que hacen historia y allí estábamos todos debajo del invernadero tratando de no mojarnos.
A las 4 habíamos quedado con Grandpa en ir a Makeni a donar sangre para un niño que llevamos el día anterior al hospital. Nos llamaron por la mañana para ir a buscar algún familiar que le pudiese donar sangre pero eso suponía ir a Kamanbanbarantag y decididos que buscábamos algún “voluntario” entre los trabajadores. Lo de voluntario es teórico porque aquí no existe el concepto de banco de sangre y menos de donar gratis para alguien que ni siquiera conoces. Pero después de conseguir voluntarios y José Luis iba en el caso que ninguno valiese porque es cero negativo, llegamos y solo se pueden hacer análisis por la mañana. Así que ya os contaré como acaba el episodio II de “tratar de cambiar las estadísticas de mortalidad infantil”

Os dejo que me voy al invernadero corriendo

Os quiere
Irene